Aquella noche fue la más terrible de todas.
Nick se despertó de golpe.
La luz de la luna llena entraba por la ventana
y iluminaba la habitación.
Delante suyo habían tres mujeres.
Tenían los ojos negros
y las dientes muy blancas y afiliadas.
Nick se fregó los ojos. Estaba soñando?
Aquellas mujeres parecían reales! Eran brujas!
Hablaban muy flojo y hacían unas carcajadas horribles.
Entonces, una de ellas se le acercó.
Nick no se podía mover del miedo que tenia;
estaba como paralizado.
Veía como la bruja se le iba acercando, se le acercaba…
Para clavarle los dientes en el cuello.
Entonces, entro Edward,
que estaba muy enfadado.
Empujo a la mujer
y dijo gritando:
-Fuera de aquí! Este hombre es mío!
Las brujas reían y reían.
Nick se tapo las orejas.
Aquellas carcajadas hacían poner los pelos de punta!
-Y no nos darás nada esta noche?
-Preguntó una de las brujas.
Edward les dio un saco.
Dentro se movía alguna cosa.
Era un animal? Un gato?
Las brujas abrieron el saco.
Entonces, Nick sintió claramente
el llanto de un bebé.
Eso era insoportable!
Que pensaban hacer con esa criatura?
Nick se desmayó.